Ohga fue contratado para trabajar en Sony en 1953. Su verdadera vocación fue ser cantante de ópera. Entre los éxitos más importantes como director de la compañía en la época de los 80, se encuentra el de haber impulsado el desarrollo del Compact Disc y, su visión del formato, que su diámetro fuese de 12 cm, para que el disco tuviera la capacidad de almacenar 75 minutos de audio, lo suficiente para albergar la Novena Sinfonía de Beethoven.
La visión de Ohga llevó a Sony a ser una compañía pionera en la industria del entretenimiento, al punto de haber supervisado la compra de los estudios Columbia Pictures, decisión criticada en aquella época, pero que ha generado grandes ganancias desde que sucedió en 1989. Además, también presidió el lanzamiento de la primera consola de juegos de Sony, la PlayStation. En pocas palabras, fue el presidente de la época dorada de Sony 1982-1995.
Como dato curioso, cabe destacar que Norio Ohga nunca dejó su amor por la música. Era la cabeza de la Orquesta Filarmónica de Tokio.
Ha dejado una herencia imborrable a la industria del entretenimiento que todos disfrutamos día a día. Descanse en paz.
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